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domingo, diciembre 26, 2010

Entrevista amb l'alcalde

Que cadascú decidisca...
En el diari LEVANTE, entrevista de VORO CONTRERAS:

"...Alcalde de Alboraia. Tras años de bonanza urbanística que le permitía presumir de grandes proyectos y altos presupuestos, la crisis ha golpeado con fuerza a Alboraia, hasta el punto de arrastrar una deuda de casi 20 millones. El gobierno del PP ha decidido recortar gastos cesando a 44 trabajadores, 25 de ellos a través de un ERE municipal.


VORO CONTRERAS


ALBORAIA Manuel Álvaro llega a la entrevista casi a las tres de la tarde, después «de un día duro» y aún le queda otro acto a continuación. Sonríe levemente mientras posa ante el fotógrafo pero se nota que está cansado. Tal como confirma al terminar la entrevista, al cansancio contribuye mucho pensar en los 44 empleados municipales que se quedarán sin trabajo en las próximas semanas. «Ha sido la decisión más dura que he tenido que asumir como alcalde», reconoce.

¿Cómo llega el Ayuntamiento de Alboraia a despedir a una cuarta parte de sus trabajadores sólo tres años después de presumir de uno de los presupuestos más altos de la provincia?
Pues se llega después de que todas las previsiones fallen y sobre todo como consecuencia de una crisis que realmente no previó nadie, no sólo el Ayuntamiento de Alboraia. Es posible que Alboraia empezara a sufrir la crisis un poco antes porque habíamos hecho una fuerte apuesta por desarrollos urbanísticos que no se pudieron materializar. Aún así, para el ejercicio 2011 volvemos al equilibrio que nos permitirá salir antes de una situación que están padeciendo todas las administraciones, y que en nuestro caso es el final de un trayecto que comenzamos en 2009.

¿Quiere decir que más pronto o más tarde otros ayuntamiento tomarán medidas así?
Cada ayuntamiento es diferente aunque todos tenemos una problemática común, que es que han caído los ingresos un montón. En nuestros caso es el 50%, por lo que la repercusión a nivel de cuentas ha sido importante.

El ayuntamiento también ha emprendido gastos significativos como el del soterramiento de las vías (más de 30 millones de euros). ¿Se podría haber hecho de otra forma? ¿Por qué no asumió la Generalitat toda la inversión?
Nunca el Consell ha hecho una actuación de esta envergadura en un pueblo que ya tenía el servicio. El error fue cuando se hizo el metro y no se soterró. Por tanto, para Alboraia el soterramiento ha sido histórico, no me arrepiento en absoluto porque los vecinos ya lo disfrutan. Y el tipo de cofinanciación no habrá sido tan malo cuando este sistema en el que Alboraia fue el primero lo imitan otros ayuntamientos como Valencia o Torrent.

Otros como Burjassot y Godella no han querido, precisamente por el alto coste que suponía...
Sí, pero ahora no disfrutan de lo que disfruta Alboraia desde el 12 de diciembre. Enterrar las vías era una necesidad real para unir el pueblo y yo estoy muy orgulloso. ¿Que ha costado mucho dinero? Sí. ¿Que aún tendremos que sacar proyectos urbanísticos para tener la posibilidad de cofinanciar el soterramiento? Es cierto. El soterramiento está vinculado a unos desarrollos que veremos cuándo se harán y estamos muy agradecidos a la Generalitat porque ha licitado las obras y ahora se hace cargo, y que cobrará nuestra parte cuando se pueda.

Pero ahora mismo Alboraia no sabe cuándo pagará su parte...
No sabe porque depende de unos convenios que dan unas previsiones que después se cumplen o no. Alboraia estará en disposición de cumplir sus compromisos cuando se desarrollen estos convenios, pero mientras los vecinos ya están disfrutando de la infraestructura. El ayuntamiento ha invertido mucho en infraestructuras, en mejorar la calidad de vida, y lógicamente pensábamos que nuestras previsiones iban a salir —sobre todo por una operación que era el traslado del centro comercial y la construcción de la Marina— y que íbamos a generar ingresos en base a nuestro patrimonio. Esta situación complicada la podremos solventar cuando en algún momento se ponga en marcha la operación.

¿En que medida ha influido el fracaso del proyecto de la Marina en la actual situación?
Si hubiera salido la operación del centro comercial, el ayuntamiento no estaría en la situación complicada de ahora. Pero aunque no salga, el ayuntamiento en 2011 ya no pierde dinero, deja de crear déficit y eso es muy importante. A partir de ahora nuestra preocupación será recuperar el déficit y conseguir la mejora de todos los servicios. Nuestro escenario es ajustarnos el cinturón y no subir los impuestos.

En 2005 y 2007 el interventor ya advirtió de que el ayuntamiento fiaba la inversiones a ingresos en gran parte ficticios. ¿Por qué no se tuvo en cuenta?
El interventor tiene que aplicar el principio de prudencia al máximo...

¿Y no es prudencia lo que le ha faltado al gobierno del Alboraia?
Un alcalde es un político y tiene que sopesar la prudencia, la necesidad, las posibilidades, los proyectos... Desde un punto de vista político tienes muchos factores a tener en cuenta. La Marina era y es un proyecto necesario para el pueblo, que se tiene que acabar desarrollando, que dará ingresos... Nosotros apostamos por él, las circunstancias impidieron que se ejecutara y ahora toca apretarse el cinturón. Yo quiero lo mejor para el pueblo y las decisiones las hemos tomado siempre en ese sentido. Si no hubiésemos actuado así el proyecto de soterramiento no se habría ejecutado. Ahora estamos actuando, ya no con prudencia sino con realismo.

¿Desgastará esta situación al PP de Alboraia ante las próximas elecciones municipales?
Estamos actuando con responsabilidad. Los vecinos no entenderían que estuviésemos perdiendo dinero y que no actuásemos como todo el mundo en este país, que es apretándose el cinturón y vivir de realidades. Nuestro objetivo es actuar con austeridad y responsabilidad y nos hemos preparado para que los servicios se afecten lo mínimo posible. La actitud que queremos transmitir no es que nos vaya a perjudicar sino que lo que la gente va a ver es el esfuerzo que se ha hecho en este aspecto.

«Es duro cruzarse cada día con quien vas a echar»

¿Es preferible despedir trabajadores a subir impuestos?
No es blanco o negro. Hemos hecho todo un estudio de cómo podríamos reestructurar el ayuntamiento y hemos apostado por nuevas tecnologías y buscar polivalencia del personal porque sabíamos que íbamos a un modelo que con menos recursos materiales y humanos tendríamos que sacar la actividad del ayuntamiento. No queremos repercutir los impuestos pero mantendremos una plantilla apretándonos el cinturón. Lo más preocupante de todo es la situación personal de las personas que se quedan sin trabajo.

¿Cómo afronta entrar cada día en el consistorio y cruzarse con personas a las que va a despedir?
Cuando aprobamos el plan laboral dije que como alcalde mi voluntad y obligación era reunirme con cada uno de los afectados, no sólo para explicarnos y por estar a su lado sino porque con el ERE se abre un plazo de negociación y creo que tendremos que tratar de llegar al último minuto intentando buscar soluciones. De todas formas, es muy duro, aunque la plantilla de Alboraia ha sido siempre muy profesional, siempre ha buscado por la vía del diálogo solucionar los conflictos. Evidentemente no entras al ayuntamiento con la alegría necesaria para poder plantear nuevas inversiones, nuevos servicios, más subvenciones... Pero estamos en una época complicada y hay que afrontarlo con realismo. Estoy convencido de que el ayuntamiento ha alcanzado el equilibrio, tenemos una base de estabilidad y todo lo que podamos mejorar a partir de ahora beneficia a trabajadores y vecinos.

¿Tiene ganas de volver a presentarse como alcalde?
 Aún no se han presentado oficialmente las candidaturas, así que supongo que cuando toque lo plantearemos. Yo ahora por lo que estoy preocupado es por el personal del ayuntamiento, y voy a continuar trabajando para solucionar esta situación, intentar salir reforzados y que afecte al menos personal posible.

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